Chile, a la cabeza en energía verde

En respuesta a la creciente preocupación por el clima y el medio ambiente, la industria mundial de las energías limpias se está expandiendo rápidamente. En 2022, la International Energy Agency (IEA) informó en que las ventas de coches eléctricos habían alcanzado la cifra récord de 10 millones. Mientras tanto, la cantidad de capacidad de energía renovable añadida a los sistemas energéticos a nivel mundial creció un 50% en 2023, alcanzando casi 510 gigavatios (GW), con paneles solares que representan tres cuartas partes de las adiciones en todo el mundo.

Según la IEA, esto "demuestra una confianza continua en las transiciones energéticas incluso en un clima económico incierto". A medida que crece el sector de las energías limpias, las nuevas tecnologías digitales pueden "ayudar a integrar porcentajes cada vez mayores de energías renovables variables y mejorar la fiabilidad de las redes", mientras que para el ciudadano de a pie pueden mejorar la eficiencia energética al tiempo que reducen las emisiones.

Chile a la cabeza

Un ejemplo clave de nación en la que prosperan los sectores de la tecnología digital y las energías limpias es Chile. A medida sigue en auge en toda América Latina (LatAm), debido a factores como una mano de obra altamente cualificada, numerosas start-ups de éxito, políticas gubernamentales favorables y un giro hacia la banca digital impulsado por una pandemia, Chile sigue siendo un precursor tanto en el sector de la tecnología digital como en el de las energías limpias de la región.

Con una población de 19 millones de habitantes, Chile es conocido en toda América Latina por su excelente sistema educativo, sus altos niveles de alfabetización - 98,77% en 2021 - y sus numerosas y populares universidades. El Gobierno chileno fomenta activamente la inversión extranjera con iniciativas como Invertir en Chile no es de extrañar que la industria chilena prospere.

Según el World Economic Forum (WEF), en los últimos años la estrategia de transición energética de Chile ha evolucionado como resultado del compromiso político en el ámbito de las energías limpias, combinado con nuevas innovaciones tecnológicas verdes.

Echemos un vistazo más de cerca a cómo y por qué las industrias de tecnología digital y energía limpia en particular están creciendo en Chile.

Apoyo político

El Ministerio de Energía chileno pretende que el 60% de la electricidad proceda de fuentes de energía renovables para 2030, así como pretende descarbonizar la matriz energética del país para 2025. Alcanzar este objetivo implicará el cierre de 28 centrales de carbón y la inversión de 30.000 millones de dólares en la generación de 15 gigavatios de energía renovable y la construcción de infraestructuras de transmisión y almacenamiento.

La actual administración chilena, presidida por Gabriel Boric, pretende destinar los ingresos de la producción chilena de cobre y litio a la producción de hidrógeno verde.

Asociaciones internacionales

Chile ha forjado una beneficiosa asociación con Alemania - Energy Partnership Chile-Germany" - a través de la cual los países comparten información, formación y acuerdos políticos.

La nación chilena también ha reforzado sus alianzas internacionales acogiendo importantes eventos climáticos, como la United Nations Climate Change Conference COP25 en Madrid, y la Conferencia Ministerial sobre Energía Limpia.

Tecnologías innovadoras

La única torre termosolar de Latinoamérica se encuentra en el desierto chileno de Atacama y desempeña un importante papel en el programa de energía verde de Chile, cuyo objetivo es eliminar el uso de combustibles fósiles para 2040.

Según un informe del Centro de Energía de Chile, las tecnologías digitales desempeñan un papel importante en las energías limpias. Algunas de las tecnologías clave que contribuyen al impulso de Chile hacia las energías renovables son:

• Redes inteligentes: son redes eléctricas que utilizan tecnologías digitales, sensores y programas informáticos para ajustar mejor la oferta y la demanda de electricidad en tiempo real, minimizando los costes y manteniendo la estabilidad y fiabilidad de la red.
• Sistemas de gestión de recursos energéticos distribuidos (DER): ayudan a los operadores de sistemas de distribución (DSO) a controlar las redes basadas en recursos energéticos distribuidos (DER).
• Gestión de datos: el empleo de este tipo de tecnología permite a las organizaciones aprovechar los recursos energéticos renovables de Chile y trazar patrones de demanda y consumo.

La estrategia chilena en materia de energías renovables es impresionante y pionera. Tanto es así, que el WEF afirma que el país podría "servir de manual" para otros países que quieran invertir en energías renovables. Chile alberga abundantes oportunidades e innovaciones en materia de energías renovables, y presenta un caso de estudio muy interesante sobre cómo las tecnologías digitales pueden apoyar las estrategias de energía limpia para lograr un futuro mejor.

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